lunes, 5 de diciembre de 2011

Crucificando nuestro egocentrismo e idolatría en la Cruz

Directora Margarita Garcia

Basado en (Marcos 8.34) Jesús dijo: “Y llamando a la gente y a sus discípulos, les dijo: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame. En el contexto de este texto, el maestro Jesús nos enseña que el llamado al servicio del amor del evangelio, la misericordia, la justicia, la fe, la compasión y la esperanza, tienen un consagrado sacerdocio de abnegación para poder servir a los demás como represente de Cristo, no a cambio de ser servido como de negocio o ser el predominio central en sus propósitos.

Negarse a sí mismo en la visión de Jesús, nos habla de despojarnos de toda grandeza de altivez, nos habla de despojarnos de toda manipulación social que busque alcanzar más notoriedad que el mismo Cristo en la vida de los demás. No nos habla de unirnos única y exclusivamente al propósito de Dios para su exaltación, su adoración y alabanza en espíritu y verdad dando la gloria y honra en el nombre de nuestro Señor Jesucristo. La palabra de Dios, nos enseña que debemos menguar cada día para que la persona de Jesús crezca en nuestras vidas. (Juan 3:30) “Es necesario que él crezca, pero que yo mengue”.

Hoy en día todos necesitamos menguar, agradar más y más a Dios. Es necesario que el crezca pero que nosotros mengüemos, en el capitulo Juan comenzó a morir a sus aspiraciones y eso le permitió experimentar una alegría que lo sacio completamente y le permitió a que Cristo creciera en el. Necesitamos menguar, necesitamos morir a nosotros mismos y permitir que la imagen de Jesús crezca en nuestras vidas, que nuestro viejo hombre que tenemos dentro para no seguir haciendo lo que antes hacíamos. 1era. De Juan 1:9 “Si confesamos nuestros pecados, El es fiel y justo para perdonarnos los pecados y para limpiarnos de toda maldad”.
Nuestra norma de vida como comunicadores y adoradores, como hijos y verdaderos irrealistas por la fe en Cristo están basados en la Biblia para que como pueblos tengamos la verdadera gracia de Dios y seamos verdaderamente libres cito: (Juan 8:32) “Y conoceréis la verdad y la verdad os hará libre.

Esta es una alabanza que expresa un deseo de imitar a Jesús! El Señor Jesús debe ser nuestro modelo de vida! Aleluya!
 
 

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