martes, 5 de junio de 2012

El gobierno Espiritual

Ing. Juan Betances
En estos días está muy vigente el tema de gobierno. Se habla de ejercicio del poder a través de los gobiernos. Es conveniente analizar dónde reside el verdadero poder en la tierra y cuál es la verdadera autoridad del universo completo.
Lucha espiritual (I). El mundo espiritual es el que mueve este mundo terrenal. En otras palabras, el mundo real que vemos obedece al mundo invisible que no vemos; pero el espiritual es más real que el físico, porque es el que lo dirige.
El mundo espiritual está regido por el poder de dos dominios: el de la oscuridad, de la maldad, la maldición y el mal; y el de la bendición, el bien, la luz y la bondad. Dios es el Rey supremo de este gobierno, es quien controla todo lo que pasa en este mundo y todo lo que ocurre en nuestras vidas. No dirige el mundo espiritual de las tinieblas, pero tiene la autoridad sobre el mismo.
Nuestra realidad se origina en el Cielo. El reino de Dios estáperfectamente organizado y fue, es y seguirá siendo primero que todos los otros gobiernos del mundo.
Los espíritus malos no están ni en el cielo ni en la tierra, sino en los aires. Están encerrados en prisiones aterradoras y andan buscando alguien o algo para salir de su situación y poder manifestarse. El príncipe de la potestad del aire es Satanás.
Todo hombre está sometido a la influencia o autoridad de uno de estos dos dominios. Uno te lleva a la vida, a la verdad, a la prosperidad y la bendición; el otro te lleva a la destrucción, el engaño y la muerte.
El dominio del bien es gobernado por un solo Dios, un solo Señor, un solo Padre de todos, el Dios vivo y verdadero., y lo que ofrece perdura, permanece, porque es eterno. El dominio del mal es gobernado por Satanás y todos los espíritus malos. El mundo está dominado por las tinieblas y lo que el mundo ofrece es placeres, deseos y pasiones de corta duración, efímeros, que no permanecen.
El creador del universo es Dios. Satanás y sus ángeles (espíritus malos, inmundos) no pueden crear nada. El poder creador solo le pertenece a Dios. Satanás y los demonios son imitadores de todo: simulan, encantan, engañan, destruyen, pero no pueden crear nada.
Las cosas espirituales se disciernen espiritualmente. Las carnales, se disciernen carnalmente. Las cosas carnales pertenecen a este mundo, las espirituales son eternas.

Jesucristo es la imagen del Dios invisible. Dios se nos ha dado a conocer a través de Jesucristo y se hizo hombre para establecer el gobierno, la autoridad, el poderío y el reinado de Dios en la tierra. Los demonios reconocieron la autoridad de Jesús desde el inicio de su vida publica (Mc. 1:21-27). El único que tiene poder sobre los demonios es Jesús, y no resisten su nombre. Cuando se menciona su nombre, tiemblan. Los demonios saben que Jesucristo es Dios. A Jesús le ha sido otorgado el nombre sobre todo nombre, para que ante él todo sea sometido (Fl. 2:7-11).
Jesús gobierna sobre cielos y tierra (II). A Jesús le ha sido otorgada toda autoridad sobre los cielos y sobre la tierra (Mt. 28:18). La presencia de Jesús en la tierra activó el mundo espiritual de las tinieblas para reconocer su autoridad (Cf. Mr. 1:23). La autoridad de Jesús viene dada por el derramamiento de su sangre, por su sacrificio en la cruz y por el poder de la resurrección, que lo levantó de entre los muertos.
El único nombre dado a los hombres por el que podamos ser salvos es Jesús. Es el Mediador único entre Dios y los hombres.
Somos herederos de la gracia por la sangre del nuevo pacto sellado en la cruz. Somos herederos de vida eterna, porque la vida de Dios estaba en Jesús. El es la Vida, DADOR DE LA VIDA Y SU DUENO UNICO. Lo demostró con pruebas fehacientes al resucitar de entre los muertos.
Jesús es la luz del mundo que ilumina a todo hombre que está en oscuridad. Está sentado en el trono celestial, a la derecha del Padre, e intercede por nosotros cuando nos convertimos en sus hijos por la fe en su nombre.
No podemos estar bajo los dos dominios a la vez. El tibio lo vomita Dios. El que no está con el está contra el. Es mejor estar bajo el dominio de Dios que bajo el de las tinieblas. Conviene estar bajo bendición y no bajo maldición.
Para estar en bendición, hay que confesar a Jesús como Señor de nuestras vidas, entregarle todo, ofrendarle nuestra vida, así como el la entregó en acto de amor en la cruz. Si no hay acto de entrega voluntaria, no hay gobierno del Rey sobre nosotros. La libertad de elección es la muestra de que Dios es justo, amoroso y misericordioso.
Es al hombre al que corresponde elegir entre uno y otro dominio. Si nos sometemos a uno, seremos esclavos, destinados a muerte y condenación eterna. Si nos entregamos a Jesús, tendremos salvación, liberación, restauración y sanidad. Jesús nos dio el ejemplo, para que sigamos sus huellas.
El camino hacia el reino de Dios (III). Desde el inicio de su vida publica, el mensaje de Jesús fue: El reino de Dios ha llegado. Arrepiéntase y conviértanse” (Mc. 1:15). El reino de Dios se establece en todo hombre que abre su corazón a Dios, y reconoce su condición de pecador, estableciendo un propósito de cambiar de actitud, de manera de ser, de pensamiento, para tener intenciones puras en su corazón.
Jesús pasó por la cruz para mostrarnos la manera de seguirle: para ganar la vida, hay que estar dispuestos a perderlo todo, hay que dejar todo atrás, cargar con nuestra cruz y seguirle.

Seguir a Jesús es estar dispuestos a renunciar a nuestro yo, a nuestro ser carnal, al viejo hombre dominado por Satanás, para que nazca en nosotros el nuevo hombre hecho a semejanza del varón perfecto, con mente renovada, a la manera de Dios.
Jesús es el modelo a seguir para llegar a Dios. El no cometió pecado ni hubo engaño en su boca. Ante los que lo maltrataban, los bendecía. Aunque era inocente, no profirió amenazas, sino que se entregó en sumisión a la voluntad del que lo había enviado.
El camino hacia el reino de Dios consiste en despojarse del ser carnal con que nacemos para revestirnos de un nuevo hombre, por el espíritu, para que la vida que había en Cristo por su justicia, abunde en nosotros por su gracia.
Dios se hace Rey en todo hombre que decide avanzar hacia la perfección, dejar atrás sus fallas e imperfecciones, para avanzar hacia la conquista de la ciudad celestial, donde habita la justicia. Cuando estamos bajo el dominio del Rey, somos sus representantes, embajadores suyos, con herencia de hijos por adopción, coherederos juntamente con Cristo de las grandezas de su gloria.
Hay vida nueva para los que anhelan revestirse de la corona del Rey, hay esperanza de salvación para los llamados. Es el día de dejar atrás tu pasado y permitir que Dios gobierne tu vida. Es día de echar a un lado todo lo que estorba que el reino de Dios se establezca en nosotros. Hay un llamado de Dios para tu vida, que no debe ser postergado; hay respuesta contundente a las grandes necesidades del hombre, cuando dejemos que el creador del universo, el hacedor de todas las cosas, gobierne nuestras vidas.

1 comentario:

  1. Este es un excelente articulo para entender como funciona realmente el mundo espiritual y el terrenal. Todos debemos entender e interpretar este mensaje para poder ver la gloria de Dios en nuestras vidas.

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