Mariano Bido Bido |
Estas dos palabras son "acción y restauración’’
Acción: Es actividad o movimiento, es pasar de lo pasivo
a lo activo, es pasar de un lugar a otro, de un estado a otro.
Restauración: Es la acción de volver a poner una cosa en
el estado que antes estuvo, es reparación, es renovación y restablecimiento.
Los protagonistas de estos dos libros que a su vez
llevan sus nombres fueron llamados para una acción restauradora y purificadora,
fueron llamados para traer renuevo espiritual, concepto verdadero de devoción y
fe a un pueblo que vagaba desesperado,
errante y desorientado; ignorantes de sus verdadero estado de culto y además
padeciendo amnesia espiritualmente.
Estos dos hombres fueron llamados para traer de nuevo a
Israel la confianza en el Dios que lo
había guiado siempre y que en la antigüedad había pactado con ellos, además fueron llamados para librarlo de el padecimiento,
la desolación, el abandono y el continuo despojo al cual habían sido sometido
por años y para detener de una vez y para siempre la transculturación y la
pérdida total de su identidad la cual Dios tomo desde su nacimiento como reloj,
brújula y espejo para el mundo y las naciones.
En mateo 21 Jesús dijo: "De la higuera aprendan la
analogía’’ La palabra analogía viene del griego (analoyias). Ana= comparación o reiteración, Loyia= Razón, relación y
característica o razonamiento semejante.
Todos sabemos que la higuera es Israel y que los
acontecimiento históricos de este pueblo hacen un señalamiento profético para
este tiempo aunque dado el cumplimiento
solo pueda encontrarse tan solo una similitud.
Podemos ver que
Después de la restauración del templo por manos de Esdras algunos judíos de lo que habían regresado del
exilio en babilonia y se instauraron de nuevo en la cuidad de Jerusalén de
repente emigraron y se dispersaron a otras pequeñas vecinas aldeas y habitad en
otras nacionalidades dejando atrás sus raíces, cultura, lengua, fe y religión
en un hecho que traducido a este tiempo fue sin lugar a duda una parcial expresión
de apostasía. La palabra apostasía tiene su origen en los términos
griegos: (apo) y (estasis) que vienen a significar (colocarse) y (fuera dé).
La reconstrucción del tercer templo de salomón en
Jerusalén es casi un hecho en este
futuro inmediato, dicha reconstrucción
esta al doblar de la esquina porque todos sus utensilios y demás
preparativos están listos y ya en la mesa se está discutiendo el inicio de su
reconstrucción.
Y buscando la similitud de lo acontecido en este hecho vemos que este traerá además al
pueblo de Dios "un reencuentro con el
rollo de la ley’’ el cual traducimos como un avivamiento de la palabra "la biblia’’ la cual será leída y oída con
gran interés y que en esta ocasión será dura
como piedra en su reedificación y revelación fresca tanto que producirá
llantos.
Y que cuando se manifieste el anticristo "el inicuo’’,
"el hombre de pecado’’ se manifestara también junto o durante su ejecutoria la
abjuración o abandono de la fe de algunos cristianos "la apostasía’’ porque los
judíos apostataron (abandonaron la ciudad) después de la reconstrucción y el
reencuentro y avivamiento de la ley a raíz de haberse encontrado de repente en
una ciudad "aparentemente desprotegida, desolada en ruina y desbastada por los
ladrones y saqueadores y misericordia de ese tiempo y para colmo sin puertas y
sin murallas…
Un señalamiento profético para este tiempo establece que "algunos’’
apostataran refiriéndose a hombres y
mujeres que en el periodo de la gracia abandonaran la fe en nuestro señor
Jesucristo cristianos que lo negaran.
¿Y porque estos lo harán?
Dice la palabra que será porque escucharan espíritus
engañadores y a doctrinas de demonios.
Y aquellos caerán precisamente porque no tendrán una
consiente relación con Dios y un verdadero fundamento en el conocimiento de la
palabra y evidentemente no tendrán fe genuina ni el Espíritu que le guíe. Pero Gracias, gloria y honra a Dios porque aquellos solo
serán ‘’algunos’’.
Por lo tanto! es hora para el pueblo santo de Dios de
este tiempo; de accionar y restaurar, es hora de que no levantemos como nuestros
propios Esdras y Nehemías para que nunca salgamos del redil que para salvación
se nos ha pedido que EL nos mantengamos en nuestro señor Jesucristo.
Reconstruyamos nuestro templo…
Reencontrémonos con el rollo (la biblia) y procuremos
leer en ella lo que para reedificarnos nos confronte…
Reparemos nuestras puertas para que tengamos control y
cuidado de lo que por nosotros sale y en nosotros entra…
Y sobre todo levantemos nuestras murallas para que el
enemigo no pueda penetrar en nosotros
"Si Jehová no edifica la casa en vano trabaja los que
la edifican. Si Jehová no guardare la ciudad en vano vela la guardia. ’’ (Salmo
127; 1-2)
Dios te bendiga
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