Dr. Nestor Saviñon
Cada vez que el calendario, en su
constante rodar, nos hace viajar al primero de mayo, muchos lo tomamos como un
día más y sobretodo, si es fiesta, relativizamos su importancia. Esta fecha, denostada y despreciada,
es el día del trabajo, conmemorando una matanza de trabajadores, y que desde
entonces, hace más de 150 años, es el
alto en el camino para determinar si hemos podido cumplir con los anhelos de
esos obreros.

Por ello, este día del trabajo debe
ser un momento de reflexión por parte del Sector Público y del Privado. Los
primeros deben sincerarse y buscar incentivar la capacitación y el acceso a
fuentes de empleo que generen un trabajo digno, y el sector privado debe ayudar
a crear esas condiciones, generando empleos en sus empresas y capacitando sus
empleados. Por ello, y aprovechando la Ley que
establece la Estrategia de Plan Nacional 2010-2030, exhorto a todos los actores
del sector laboral a poner de su parte y crear fuentes de empleos por medio de
la inversión de capitales, y creer en la mano de obra local, capacitándola y
tecnificándola.
Que estos propósitos no se queden en un marco
meramente propósitos, sino que se generen políticas públicas reales que
combatan esa exclusión que atenta contra la salud de la patria y la dignidad de
esos condenados de la tierra que no tienen empleos o tienen uno en condiciones
de indignidad o peligro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario