Introducción:
Puede haber muchos motivos para servir a Dios, desde intereses personales,
pasando por el orgullo, hasta el amor por el Señor. Todos nosotros daremos
cuenta a Dios en el tribunal de Cristo. Recordemos la parábola que nos dice que
el Señor repartió a cada uno según su capacidad, y se fue. Luego volverá y cada
uno dará cuenta de lo que hizo con lo que él le dio. El servir a Dios es un
llamado para todos, y debemos responder a ese llamado con amor y diligencia…
I.ES
UN PROCESO:
a)
Empieza con el llamado.
Nota:
Somos llamados a llevar fruto, Jesús dijo: “en esto es glorificado mi Padre, en
que vosotros llevéis mucho fruto”, se lo dijo a los discípulos en el aposento
alto (a los que él había escogido), no fue una enseñanza a las multitudes, les
enseñó a través de la parábola de la vid y los pámpanos. Proceso en la
agricultura hebrea conocido por todos ellos. Es aquí donde Jesús les dice: “No
me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros”, Dios nos escogió
a nosotros por su gracia y amor.
b)
El servicio a Dios debe estar basado en el amor.
Nota1:
La intimidad con Jesús es fundamental, por eso les enseñó allí en el aposento
alto: “Yo soy la vid, y vosotros los pámpanos; el que permanece en mí y yo en
él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer” (de
hecho, vemos que sólo estaba con los doce).
Nota2:
Nuestro servicio a Dios no debe ser una carga (debe ser el resultado de nuestra
comunión con él), no debemos hacerlo con enojo o resentimiento, servimos a Dios
por su gracia, por su inmenso amor, el servicio debe ser voluntario, excelente
y humilde (es decir lo hacemos con gozo, sin orgullo, ni competencia, y
excelente porque nuestro Dios merece lo mejor de nosotros).
II.EL
PROPÓSITO PRINCIPAL DEL SERVICIO A DIOS ES GLORIFICAR SU NOMBRE.
a)
Es Dios quien escoge o designa.
Nota
1: Recordemos por ejemplo que Saúl fue pedido por el pueblo, y fue quitado del
reinado (ese reinado no nació en el corazón de Dios, y vemos los tristes
resultados). David, quien le sucedió en el trono, glorificó a Dios y murió
siendo el rey, no se escogió a sí mismo, ni fue su flia, ni los amigos, Dios lo
llamó, Dios lo escogió, Dios lo designó. Las autoridades de Israel lo
reconocieron como el escogido por Dios, y fue ungido para esa labor.
Nota
2: Recordemos aquí que el objetivo de la unción es servir a Dios y glorificar
su Nombre, no es para propósitos personales, ni egoístas. Evitemos andar en
nuestra propia voluntad: Jueces 9:8.
b)El
mejor servicio a Dios es aquel que se desarrolla en Su voluntad (Jueces 9:9).
Nota
1: Vemos que el olivo tiene claro su servicio y cuan digno es. Lamentablemente
hoy se procura ser grande sobre los demás, pero él dice: “yo no quiero eso,
quiero hacer aquello que se me encomendó”. Recordemos siempre: “Toda la gloria
le pertenece a Dios”. Sea Jesucristo glorificado en todo lo que hacemos, los
dones que él nos ha dado, han venido por su gracia, todo le pertenece a él, y
alabamos a Dios cuando hacemos aquello que él nos llamó a hacer.
Nota
2: Veamos Jueces 9:10-13:
1)El
olivo dice: “con mi aceite honro a Dios”
2)La
higuera dice: “mi dulzura y buen fruto” (la breva)
3)La
vid dice: “mi mosto que alegra a Dios”.
Es
interesante que nos hable de los tres principales frutos en Israel, es decir
son los más importantes, pero no por su posición sino por su servicio. Cada uno
de acuerdo a su llamado, haciendo lo mejor para Dios desde los dones
impartidos. Los tres prefirieron servir y no reinar. Por eso Jesús dijo: “yo
estoy entre vosotros como el que sirve”, es decir el servicio engrandece.
Nota
3: Evita el orgullo, Jueces 9:14-15. La zarza es un arbusto sin mucha altura,
pero vemos en sus palabras el orgullo: “Venid, abrigaos bajo mi sombra”, al
crecer se expande y no da sombra. Era espinosa, por tanto producía dolor y
heridas. Sólo era usada para el fuego, no daba fruto. Vemos que usa términos
amenazantes: “si no, salga fuego de la zarza y devore a los cedros del Líbano”
(los cedros son los árboles más altos del Líbano). Es muy importante recordar
que la cobertura no se da bajo amenazas; y que primero somos hijos, luego
siervos.
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III.DIOS
UTILIZA DIFERENTES MÉTODOS PARA FORMAR A CADA UNO:
a)Las
aceitunas eran exprimidas en la prensa de piedra.
Nota:
Imaginemos por un momento las aceitunas siendo quebradas… Nos recuerda las
pruebas, o aquellos procesos dolorosos, donde es quebrado el yo, pero sale el
aceite, el contenido o resultado que el dueño del olivo quiere obtener.
b)La
higuera era sacudida para que cayera su fruto.
Nota:
Esas sacudidas nos recuerdan aquellos “movimientos o remesones” de nuestra
vida, cuando situaciones inesperadas nos llegan, dificultades ante las cuales
nos sentimos impotentes, y sólo nos queda confiar en Dios, confiar en que su
mano nos sostendrá.
c)La
uva era pisada en el lagar.
Nota:
Nos recuerda autoridades que no nos agradan, momentos de rechazo, o aislamiento
por causa de Jesús. Pero, salía el jugo que tanto anhelaba el viñador.
Conclusión:
Permitamos a Dios hacer su obra en nosotros, que él transforme nuestro corazón
y que llevemos el mejor fruto que honre al rey. Dispongamos nuestro corazón
para que él haga en nosotros su voluntad. El servicio a Dios es un honor.
Fuente:
pastor Gonzalo Sanabria)
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