martes, 24 de julio de 2012

A través del apóstol Lafayette en la vía de las Iglesias Fuente de Amor y Buenas Nuevas.


Por Margarita Garcia.

El Reino de la gracia del Evangelio de Cristo Jesús, nos invita a través de la biblia las cuerdas de su amor para que disfrutemos los beneficios de los frutos del árbol de la vida.

La profesión de la pasión de la fe es una experiencia de vida personal de íntima relación con Jesús, que experimenta experiencias vivificantes dando a conocer como podemos usar los sentidos espirituales a través de lo sobrenatural y crecer en el desarrollo de su riqueza en gloria.

La iglesia de Cristo, en los días de hoy, promueve expectativas que fomentan la esperanza de un avivamiento espiritual, de un crecimiento en el conocimiento de la palabra, en un crecimiento de muchedumbre, en un movimiento de estructuras físicas y todo esto sin lugar a dudas, nos ocupa de manera especial, aunque sin dejar de reconocer que no es suficiente todo esto sin el Espíritu Santo de Dios, no gobierna real y efectivamente nuestros vidas para con Dios.

La revelación de Dios en el apóstol Juan en el apocalipsis 10-8-busca alimentar nuestra alma con el suplemento nutritivo para que podamos crecer y desarrollarnos en el plan de su gracia siendo verdaderos servidores de Cristo que exportamos el verdadero evangelio a otras latitudes pero comenzando primero en Jerusalén, en nuestra tierra, en nuestras vidas, en nuestro corazón y nuestro espíritu, así como lo hizo con el apóstol Juan en la revelación de apocalipsis.

Porque cuando caminamos con Dios, el siempre da una palabra en la revelación de su espíritu a nuestro espíritu y nuestra alma, porque que hacemos ante un mundo angustiado, desesperado, pobre, sin fe y sin esperanza, tenemos que ir de prisa, tomar la biblia y nutrirnos de nuestro espíritu de la sustancia de ella para que como profeta de Dios, podamos revelar las profecías de su gracia, porque en ella os parece que esta la vida eterna, la solución a todos los conflictos que se producen en nuestras vidas, cuando nos comemos el librito, resultará dulce en nuestra boca y amargo en nuestro vientre, por los resultados de su contenido para transformarnos en el sacerdocio de su verdadero linaje.

Profeticemos a la familia, a la Iglesia a la Nación, que el Espíritu Santo  de Dios, anuncia buenas nuevas de gozo, de paz, sanidad, de salvación y restauración. Estamos a tiempo de continuar la pesca milagrosa en la barca de salvación. Los milagros de Jesús, expandían en la vida de los enfermos el Reino de la gracia, Jesús caminaba y oraba identificando el Reino del Evangelio con las soluciones de la gracia para las necesidades de alimentos, vestidos, sanidad, enfermedades, liberación de demonios en las almas, salvación a los perdidos con su evangelio para todos sin distinción de estatus social, sin distinción de raza, de color, económico, de intelecto profesional, sin distinción de justos y pecadores. Es el evangelio de la gracia de Cristo Jesús, como creyentes y deudores de la gracia de Cristo, tenemos el deber y la obligación, caminando con Jesús de dar gracia de gracia, la gracia que hemos recibido en ser misericordioso, compasivo, amoroso, paciente, tolerante y hospitalario.

Si Dios, es compasivo con nosotros, debemos ser compasivos con la humanidad, si Dios es paciente con  nosotros, debemos de ser paciente con los demás, reconciliando al mundo que han de creer en Cristo Jesús la salvación como su Señor. Porque la manifestación en el don de gracia en nosotros, produce la misericordia de amor, de perdón, tolerancia, que se debe producir en nosotros con aquellos que quizás por sus hechos en nuestra mala justicia no solo merece, pero Dios pudiendo aplicar la justicia de nuestra distinción por cuanto habíamos pecado, mas bien produjo a través de Cristo su morada de salvación para el perdón de nuestro pecado, siendo nosotros merecedores de  la condenación eterna con satanas, en el  lago del fuego mas hoy somos herederos y coherederos de su gracia en Cristo Jesús, como hijos de Dios heredero el  derecho del trono de su gracia.

Reflexión, Velad y orad para que no entréis en tentación del afán y la ansiedad, la comunión a través de una intima relación con Dios, velemos en oración y las enseñanzas que escudriñan la correcta interpretación la profecía, de la palabra de Dios, ellos mantendrán ardientes las llamas que nos dan las guianzas en el camino de nuestra carrera espiritual y ministerial.

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