Importancia de la Constitución.

Dr. Nestor Saviñon

 

El 26 de enero del 2011 nace una nueva Carta Magna, y podemos decir que surge  una “nueva” concepción del Estado, pero no encontramos en este texto las primeras lecciones de civilidad y de orden. Eso lo encontramos en un humilde documento confeccionado en la entonces común de San Cristóbal un 6 de noviembre de 1844. 

 

Pocos meses antes nos habíamos independizado de Haití y sufrido una invasión donde refrendamos nuestra libertad en batallas gloriosas en Santiago y Azua, que supusieron victorias para el naciente ejercito nacional.

 

El 24 de julio de 1844 empezó la elección de los asambleístas constituyentes, quienes se aproximaron a San Cristóbal, lugar electo por su cercanía a la Ciudad Capital.  En dicho escenario, lo más granado de la colectividad nacional hizo gala de patriotismo y decidió movilizar el derecho al campo de batalla. En dicha normativa se establece la división territorial, el sistema político, la duración de los períodos electorales y los feriados nacionales.
 

Desde aquel momento hemos tenido unas 40 modificaciones en mayor o menor grado, que han incorporado derechos, obligaciones e institutos que no se especificaban en constituciones anteriores.

 

No puede existir un Estado sin esa norma elemental de organización denominada Constitución, ya que el mismo sirve para establecer los compromisos del Estado, su organización, sus símbolos patrios y los derechos y deberes de los ciudadanos. Hoy día, no sólo la constitución per se es en si la fuente constitucional, sino que el bloque de constitucionalidad se compone de acuerdos, tratados y convenios internacionales  aprobados por los poderes públicos (Poder Ejecutivo, Congreso, Tribunal Constitucional) e incorporados a la legislación interna y el reconocimiento a ciertos organismos y sus decisiones jurisdiccionales tras la ratificación de su competencia (ejemplo Corte Interamericana de Derechos Humanos), debiendo acatar estas normas.

 

Debo señalar que el día que empecemos a respetar la Constitución se verán múltiples ventajas y los habitantes de este país tendrán una vida más sosegada bajo el suave pero constante yugo de la ley, solución severa, humana y jurídica a los ilícitos cometidos en una sociedad en una época y lugares determinados.