Pastor Antonio Regalado |
Cuando los hijos de Dios hablan,
lo hacen con gracia, edifican y saben como responder. El orden del Señor
establecido para el manejo del hablar, es decir, de la comunicación mediante
las palabras, lee así: "Sea vuestra palabra siempre con gracia, sazonada
con sal, para que sepáis cómo debéis responder a cada uno". Palabra de
Dios, libro Colosenses 4:6.
Muchos expertos en el
desenvolvimiento de la conducta concluyen en que los problemas y dificultades
que experimentamos, en su gran mayoría tienen fundamento en la poca capacidad
para dirimir desacuerdos y controversias.
En el caso que nos ocupa, para
nadie es un secreto que existe una enorme cantidad de personas que un día
decidieron retenerse en sus hogares en
lugar de permanecer en las Iglesias que al Señor le agradó enviarles, y hay
quienes en la actualidad están
acariciando la idea de si irse o quedarse, a causa de que un pastor, obrero,
diácono, profeta, evangelista, maestro, o cualquier otro servidor, haciendo un
flaco servicio a Jesús, no hizo un sabio e inteligente "buen uso" uso
de la comunicación hablada.
Debemos expulsar de nuestras
bocas, ese "Laberinto de comunicación nociva, que tiene poder para
confundirnos a nosotros y a quienes nos escuchan". Cada día el lenguaje
soez y desagradable que usan algunos locutores
como forma de animación y comunicación radial, se constituye en un atropello a
la gramática y al buen gusto de los oyentes.
Suele suceder también que por
esta causa de altivez e hinchazón al hablar, muchas personas renuncian a sus
trabajos y compromisos.
Dice el Señor: "Las
palabras que decimos con nuestra lengua son como el fuego. Nuestra lengua tiene
mucho poder para hacer el mal. Puede echar a perder toda nuestra vida, y hacer
que nos quememos en el infierno".
Santiago 3:6. Traducción en lenguaje actual. {TLA}. En la lectura de la version Reina -Valera
1960, explica: "Y la lengua es un
fuego, un mundo de maldad. La lengua está puesta entre nuestros miembros, y
contamina todo el cuerpo, e inflama la rueda de la creación, y ella misma es
inflamada por el infierno".
He aquí más del designio de Dios
acerca de la lengua: "Pero ningún hombre puede domar la lengua, que es un
mal que no puede ser refrenado, llena de veneno mortal". Versículo 8,
Sant..3.
"Con ella bendecimos al
Dios y Padre, y con ella maldecimos a los hombres, que están hechos a la
semejanza de Dios". Expresa el versículo 9, del capítulo 3 del libro de
Santiago.
La dirección de Dios continúa el
consejo diciendo: "De una misma boca proceden bendición y
maldición. Hermanos míos, esto no debe ser así". Santiago 3:10.
Y aquí sale a la superficie de
la reflexión, la superación y la esperanza de accesar a un lenguaje espiritual
mayor al del mundo, lenguaje que conocimos de Jesús!!! "Hermanos míos,
esto no debe ser así". Gloria a Dios!!!.
!! Jamás hombre alguno ha
hablado como este hombre!, fue la respuesta que dieron los alguaciles a los
sacerdotes y a los fariseos, cuando oyeron hablar a Jesús.
Que nuestras conversaciones sean
con gracia y sazonada con sal, para tener un lindo responder, como siempre lo
hizo el Manso y Humilde de corazón, Jesús!!!
Señor, que mis labios te agraden
y te honren!!!!
Maranatha!!
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