lunes, 5 de agosto de 2013

LO QUE VE LA MIRADA DEL SEÑOR.

Pastor Antonio Regalado
1 Samuel 16:7: "Y Jehová respondió a Samuel: No mires a su parecer, ni a lo grande de su estatura, porque yo lo desecho; porque Jehová no mira lo que mira el hombre; pues el hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero Jehová mira el corazón".
 
Cuando el hombre proyecta su mirada alrededor de una determinada situación, ésta regularmente se enfoca en lo que puede criticar para bien o para mal, pero sobre todo se ajusta en lo que le pueda convenir dentro de las ambiciones humanas, muy rara vez contempla hacia lo espiritual.
 
Israel no tenía rey y existía un vacío de autoridad porque Jehová había desechado a Saúl para que no reinara en la nación, en cambio alerta al profeta Samuel para que fuera a Isaí de Belén porque ya tenía uno señalado, David.
 
Una vez Samuel llegó a donde el Padre de David la Biblia describe el proceso de elección, dice:
 
"Entonces llamó Isaí a Abinadab, y lo hizo pasar delante de Samuel, el cual dijo: Tampoco a éste ha escogido Jehová. 9 Hizo luego pasar Isaí a Sama. Y él dijo: Tampoco a éste ha elegido Jehová. 10 E hizo pasar Isaí siete hijos suyos delante de Samuel; pero Samuel dijo a Isaí: Jehová no ha elegido a éstos. 11 Entonces dijo Samuel a Isaí: ¿Son éstos todos tus hijos? Y él respondió: Queda aún el menor, que apacienta las ovejas. Y dijo Samuel a Isaí: Envía por él, porque no nos sentaremos a la mesa hasta que él venga aquí. 12 Envió, pues, por él, y le hizo entrar; y era rubio, hermoso de ojos, y de buen parecer. Entonces Jehová dijo: Levántate y úngelo, porque éste es. 13 Y Samuel tomó el cuerno del aceite, y lo ungió en medio de sus hermanos; y desde aquel día en adelante el Espíritu de Jehová vino sobre David. Se levantó luego Samuel, y se volvió a Ramá".  1 Samuel 16: 8-13.
 
Enseñanza: "Cuando el hombre te descarta y te menosprecia, como lo fué David de parte de su padre Isaí, Dios te abre una puerta llena de bendiciones y te corona de su favor, como a David cuando lo ungió para ser rey,   abertura que nadie puede cerrar, porque Jehová no ve lo que mira el hombre, ÉL fija su vista con especial atención hacia más allá del  individuo de la especie humana, cuyo destino es el corazón."

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