Apostol Jonathan Gomez |
La reforma
protestante en su máxima expresión llego a su clímax con el gran esfuerzo y la
valentía de Lutero, sin quitarle el crédito claro a muchos que lo antecedieron
y otros que lo precedieron; sus denuncias,, sus estudios, las 95 tesis,
arrojaron un cambio magnífico a la iglesia del a época y de lo cual todavía hoy
disfrutamos; los reformadores hicieron reaparecer en su tiempo al verdadero
evangelio, el de la gracia, la salvación por fe, entre otras cosas, más sin
embargo a pesar de todas sus luces, la reforma que recibimos quedo pigmentada
de varias sombras pues no nos llevo por completo a la iglesia primigenia,
primaria poderosa y llena del Espíritu Santo y conservo muchos de los dogmas y
liturgias antagonistas del evangelio de Cristo. Hoy por toda América desde los
90's escuchamos gritos de reforma; reforma apostólica, la última ola, la lluvia
tardía etc, aún con todos los aportes y por supuesto con sus desaciertos
también, pienso que todavía estamos lejos de ser esa maravillosa iglesia que
Cristo fundo porque todavía seguimos religiosos, excluyentes, arrogantes,
dogmáticos, erráticos, perseguidores, demasiados críticos, mezquinos,
controladores, complicados, legalistas, por Dios regresemos a las escrituras
pero regresemos a Jesús. Y volvamos a esa iglesia poderosa, triunfante,
generosa, sobrenatural, apostólica, profética, humilde, Evangelistica,
misionera, plural, piadosa, influyente, trastornadora, violenta, amante,
emocionante, sabía, madura y creciente. Todavía
necesitamos una reforma!!
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