Pastor Antonio Regalado |
Cuenta una
historia de la Biblia que Jesús, estando a punto de entregar su cuerpo como
ofrenda por la salvación del mundo, fue al monte de los olivos a orar, y sus
discípulos le siguieron, cuando llegaron al lugar, les dijo: "Orad que no
entréis en tentación". Lucas 22:40.
El Señor le
oraba al Padre, diciendo: "Padre, si quieres, pasa de mí esta copa; pero
no se haga mi voluntad, sino la tuya". Lucas 22:42.
La expresión
de la súplica del deseado de todas las naciones "pasa de mí esta
copa", inclinan a pensar que vivía un momento muy difícil del proceso que
terminaría en salvación y vida eterna con la victoria de Jesús en el calvario.
Cristo había
descendido del cielo para liberar a la humanidad del peso del pecado, del
infierno y de la muerte, y esto atravesó por grandes dificultades, fue una
batalla espiritual en la que al Señor " Se le apareció un ángel del cielo
para fortalecerle". Lucas 22:43.
Jesucristo
fue fortalecido por un ángel que viajó desde el cielo a la tierra como enviado
especial para estar al lado del Señor, así recibió vigor de Su Padre, qué
maravilloso misterio. Así también el Padre está dispuesto a robustecer a sus
hijos/jas que se encuentren en necesidades.
Muchas veces
estando a punto de recibir una gran bendición vamos a enfrentar tremendos
problemas, incluso en nuestras propias familias, en el matrimonio, los hijos e
hijas, Iglesias y ministerios, amistades, humillaciones, en fin, las
oposiciones nunca van a dejar de existir, terminarán cuando venga el Señor, ¿
Quien puede decir que está libre de estas cosas?.
Jesús las
vivió pero el Padre le envió ayuda, como lo hará contigo y conmigo, describe el
libro de Lucas capítulo 22 versículo
44 que Jesucristo "estando en
agonía, oraba más intensamente; y era su sudor como grandes gotas de sangre que
caían hasta la tierra".
Es tiempo de
aumentar nuestra relación con Jesús mediante la oración, sin importar el nivel
de la prueba o de la acusación, después de todo, es parte de la acción
ministerial en la que al final saldremos por la puerta grande que Dios nos ha
abierto en este mundo, y que nadie puede cerrar.
No dejemos de perseverar en el uso de este
instrumento de poder y clave para salir adelante, la oración. Cristo es nuestro
ejemplo y modelo.
Nuestro
poderoso Dios te de fortaleza hoy y siempre, como se la dio a Jesús en
Getsemaní para la victoria, es nuestra oración, la que hacemos en el nombre de
Jesús, amen!!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario