Dr. José Alexis Cedeño G. |
Fundamentalmente enfoco el comentario
hacia las cosas que Dios ha mandado para que cumplamos y que la Biblia nos
define claramente; aclaro que sin embargo algunas de nuestras peticiones personales
sí han de moverse cuando Dios así lo determine ya que debemos aprender a
diferenciar entre el “Cronos” tiempo medible por los relojes (definición rápida
y comprensible) y el “Kairôs” o tiempo de Dios, que es precisamente donde
entramos a recibir lo que Él ha determinado para nosotros en Su sabio y
perfecto tiempo. Sin embargo: “En lo que
requiere diligencia, no perezosos” - La
más ingrata excusa para culpar a Dios y eliminar nuestra responsabilidad en
nuestra obligación de cumplir con algunos trabajos es: “hay que esperar el
tiempo de Dios, o estoy esperando el tiempo de Dios.” – El tiempo de Dios era ayer, somos nosotros con nuestra falta de
diligencia los que generalmente atrasamos la obra de Dios, usando un mecanismo
reflejo para sutilmente culpar a Dios por no ser diligentes con lo que nos
corresponde hacer.
Es increíble como con apariencia de
“espiritualidad” posponemos el trabajo que Dios nos ha encomendado usando como
dilatadores pensamientos extraídos de la Palabra de Dios. Sin embargo es
importante recordar que cualquier cosa que quieras justificar con la Biblia
puedes hacerlo, pero esta dañina excusa, ha retrasado la obra de Dios por años.
Asuntos importantes que podrían
resolverse en cinco minutos sólo con un poco de diligencia son pospuestos días,
meses y algunas veces hasta años por personas que algunas veces por su rango
hay que respetarle el dicho…paciencia, que la paciencia es la mayor de las
virtudes… permítame decirles que la negligencia es el mayor favor que se le
puede hacer al enemigo y no es paciencia, es diligencia lo que se necesita.
Adjunta a la frase antes comentada,
se une “lo más importante es esperar a saber si es la voluntad de Dios”. La
Biblia, la bendita e insondable Palabra de Dios, nos da un marco de libertad o
restricción establecido por Dios mucho antes de que el hombre decidiera
desobedecer. El problema es saber cuánto les llevará conocer cuál es la
voluntad de Dios, para eso habrá que esperar “el tiempo de Dios”…sólo suena a
espiritual, es necesario ver detrás de las palabras si es la negligencia, la
pereza o la inseguridad lo que está demorando cumplir con los planes de Dios.
Levántate, hoy es el día que has
estado esperando para cumplir con lo que te corresponde hacer, es hora de dejar
de vivir como en cámara lenta y hagamos avanzar el Reino al ritmo de Dios y no
lo detengamos por negligencia.
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