jueves, 13 de febrero de 2014

PRUEBA DE AMOR

Ing. Juan Betances 

El amor es el sentimiento más sublime del ser humano. Nada es comparable con el amor. Pero amor no es solo un sentimiento, es mucho más que eso.

Amor es lo que da sentido y significado a la vida del hombre, pero  el amor perfecto, el amor verdadero, procede de Dios.

Jesucristo es la imagen de Dios invisible, la manifestación gloriosa de Dios a los hombres.

Jesús dijo en Jn. 17:20-25:”Mas no ruego solamente por estos, sino por los que han de creer en mí por medio de la palabra de ellos…Yo en ellos y tú en mi, para que sean perfectos en unidad, para que el mundo conozca que tú me enviaste, y que los has amado a ellos como también a mi me has amado,…para que vean mi gloria que me has dado; porque me has amado desde antes de la fundación del mundo”.

El amor entre el Padre y el Hijo existía desde antes de la fundación del mundo. Dios le dio la gloria a Jesús para que su amor se manifestara al enviar a su Hijo unigénito al mundo, para que el mundo no perezca sino que pueda salvarse.

La perfección del amor se da en la unidad. Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo existen en la unidad perfecta, y su amor es de tal manera que son un mismo y único ser.

El mundo conocerá quien es Dios cuando reconozca a su enviado, Jesucristo, y el amor que existía en Dios es derramado sobre los que creen en Jesús, a través de su Espíritu Santo.

La prueba de amor suprema de Dios fue la entrega de su Hijo en la cruz por el derramamiento de su sangre. El se entrego por completo en la cruz, para darnos completa salvación.

Y no solo se entregó en la cruz, sino que resucitó, para que la vida que hay en él, pueda ser manifiesta en nosotros al morir.

Y al ascender a los cielos, no nos dejó solos, nos envió su Espíritu, el Espíritu Santo, para estar con nosotros todos los días hasta el fin del mundo.

La sangre derramada, la resurrección y la presencia del Espíritu Santo son la prueba de amor de Dios para con el hombre, garantías de vida abundante en la tierra y vida eterna en los cielos.

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