Pastor, Antonio Regalado Boston Massachusetts |
El tema de
separación en la Iglesia es tan antiguo como la creación de la Iglesia misma, y
ha causado tanto daño que al día de hoy seguimos cosechando los males causado
por medio de esa práctica desastrosa, perversa y corrompida.
Acerca de
esto, [ Divisiones en la iglesia ], refiere el apóstol Pablo: "Amados
hermanos, les ruego por la autoridad de nuestro Señor Jesucristo que vivan en
armonía los unos con los otros. Que no haya divisiones en la iglesia. Por el
contrario, sean todos de un mismo parecer, unidos en pensamiento y
propósito". 1 Corintios 1:10 NTV.
Al presente,
luce como que no hemos podido entender el consejo y orientación que Dios nos
ofrece mediante Su Palabra, debido a que siguen surgiendo divisiones que en
nada favorecen el desarrollo y crecimiento del Reino de Dios aquí en la tierra.
Jesús trató
sobre este asunto: "Todo reino dividido contra sí mismo, es asolado, y
toda ciudad o casa dividida contra sí misma, no permanecerá." Mateo 12:25.
"Una casa dividida contra sí misma, cae". Lucas 11:17{C}.
Parecería que
esta es una lucha muy difícil de lidiar, pero debemos ponernos todos de acuerdo
para romper, en el nombre de Jesús, esta costumbre de error, y marchar bajo la
voluntad del Espíritu Santo de permanecer unidos en pensamiento y propósito.
Es bueno
recordar a quienes insisten en hacer esta catástrofe en el orden espiritual,
que " Si el Señor no edifica la casa, en vano
trabajan los que la edifican; si el Señor no guarda la ciudad, en vano vela la
guardia". Libro Salmos 27:1.
La versión
lenguaje actual, destaca: "Si Dios no construye la casa, de nada sirve
que se esfuercen los
constructores. Si Dios no
vigila la ciudad, de nada sirve
que se desvelen los
vigilantes."
Es un flaco
servicio al Evangelio de Jesucristo el que puede ofrecer una división por más
excusas que se presenten para justificarla, por no afinar acorde con la
voluntad de Dios, y se da por hecho que quien divide traiciona los principios
establecidos por el Señor.
Las
divisiones están patrocinadas por el espíritu de separación del anticristo, y
sobre estas personas dice el Espíritu Santo: "Salieron de nosotros, pero
no eran de nosotros; porque si hubiesen sido de nosotros, habrían permanecido
con nosotros; pero salieron para que se manifestase que no todos son de
nosotros". 1 Juan 2:19.
Como Iglesia
debemos mantener la estructura de unidad que fue levantada desde el principio:
"Y la multitud de los que habían creído era de un corazón y un alma; y
ninguno decía ser suyo propio nada de lo que poseía, sino que tenían todas las
cosas en común". Hechos
4:32.
Maranatha
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