Los pastores nos moldean a la imagen de
Jesucristo. El cielo no puede ser traspasado por ningún enorgullecido ni
soberbio. Lo que es escogido de Dios para ministrar es santificado primero.
Nos tenemos que asegurar nuestra confesión
delante del Padre. Dios tiene a sus ungidos para mover su mano al favor de
hijos e hijas engañados por Satanás. Como cuando cristianos superamos la luz de
la aurora, y empezamos a crecer en luz, entonces tenemos o tendremos
discernimiento del cielo para cortar con la maldad.
A mayor luz, mayor limpieza y como resultado,
una santidad espiritual. Ungidos para el ministerio es una cosa, pero que Jesús
mismo te unja con el amor de Dios, es muy diferente. Estar en la reunión o
culto al Señor y oír solo con el oído natural, no producirá ningún resultado
espiritual. La letra solo te lleva a un camino sin salida y acabarás
enloqueciendo.
Los pastores desde los púlpitos deberían ser
espejos para las ovejas de la congregación. Pablo fue un ejemplo para muchos
pero entre todos ellos, Timoteo fue especial. Este tomó de todo lo que veía en Pablo y lo imitaba.
Toda la
ley se cumple cuando amamos a nuestro prójimo como a nosotros mismos. Juan
12:25... No todos sirven a Jesús. Los
que viven en el principio de la aurora no pueden hacerlo. La biblia desde la
mente no se puede obedecer y si se obedece viene a ser agotamiento para el
alma. Solo desde el corazón se puede obedecer espiritualmente.
Los pastores son mini-alfareros que Dios envía
para moldear a los creyentes recién nacidos y que quieren crecer desde la
aurora hasta el mediodía.
El Padre honrará a los que le sirven (palabra
muy profunda es esta) Juan 12:26... El Padre no honrará a nadie que esté en el
Paraíso. El Padre tiene mucho interés en sacar fragancia de las vidas de sus
siervos más allegados. ¿Qué fragancia tenemos en nosotros? Tendremos aquella de quien estemos
apegados. Si abrazo a alguien ungido por la fragancia de Jesús, tendré ese olor
de su perfume en mi vida. Cuando adoramos en espíritu y verdad quiere decir que
le honramos. En esa posición mi vida como frasco de alabastro está y ofreciendo
el perfume al Hijo de Dios y al Espíritu Santo y al Padre Dios.
Cuando el corazón se rompe, emite una
fragancia que adora a la Trinidad.
La Palabra es la salida para nuestra caída. La
novia que un día se casará con el Novio, debe estar continuamente bajo
purificaciones y deleites para agradar al esposo. Donde se celebra una reunión
espiritual, lo normal es que al final se celebre y se disfrute de una fragancia
única.
Los
cristianos que ya son de las ocho o nueve de la mañana ya son los que empiezan
a tener fragancia del Espíritu. Cuando Moisés fue llamado por Dios al
Monte, su vida ya se encontraba en la
luz del mediodía. Solo a él se le dejó acercarse. Moisés ya estaba en el nivel
de la Nueva Jerusalén.
Cuando Dios quiere verte en Palacio no hay
pozo de prueba que te retenga. La fe del paraíso no tiene honra ni perfume.
Hermano, lucha por obtener una fe que aspire a la luz del mediodía.
Reflexiones cristianas.
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