Por: Pastor Regalado.
El rey Salomón quien gobernó a Israel por 40 años recibió sabiduría de Dios para dirigir a su pueblo. Dice la Biblia " y Dios dio a Salomón sabiduría y prudencia muy grandes, y anchura de corazón como la arena que está en la orilla del mar". (1 Reyes 4:29).
Destaca la Palabra de Dios, que la excelencia de su sabiduría era mayor a la de todos los sabios de aquel tiempo, incluyendo a los egipcios.
Se difundió su fama hasta tal punto que venían de todas partes a oír las disertaciones de Salomón.
Aplicando la enseñanza excepcional de este gobernante a los tiempos de hoy, llegamos a la conclusión de que nos falta recorrer un camino largo para adquirir la madurez, discernimiento de buen juicio, sensatez, cordura y prudencia, que deberían tener quienes ocupan categoría de eminencia y autoridad para gobernar.
El uso del discurso de Salomón como gobernante le aportó una gran simpatía no solamente en Israel, sino en el mundo, por la manera en que conectaba con el conglomerado social de ese entonces.
Lenguaje de campaña. Deben los trabajadores de la ciencia política aprender la lección de esta historia del sabio rey, porque a pesar de que los avezados postulantes a la presidencia conocen que al hacer uso de la lengua con sabiduría, en la República Dominicana se podría alcanzar lo inalcanzable con la ayuda de Dios, en este caso llegar hasta el palacio nacional, la comunicación de altura parece tener un espacio muy estrecho en la presente campaña electoral.
Es muy lamentable que todavía al día de hoy los políticos no se pueden entender en el ejercicio por la carrera presidencial a celebrarse el próximo 20 de mayo, da la percepción que están enviando el mensaje equivocado a sus interlocutores, debido a que no hay acuerdos entre ellos que transmita paz, armonía y seguridad a la población dominicana, se descartan los unos a los otros, en lugar de amarse mutuamente y respetarse en el marco de la decencia y la honra, como manda Jesús.
El amor no se irrita ni guarda rencor. Esta máxima de la Palabra de Dios, debería constituirse en un marco de referencia en contra de las magulladuras verbales que producen las declaraciones de prensa, cuando las pasiones políticas se vuelven incontrolables.
La expresión soez reforzada por la xenofobia hacia los demás en el fragor de esta campaña electoral, no suma, sino que resta, y así no se puede construir ni crecer, ni fortalecerse puede la sociedad ni la democracia.
Hace falta, y se debe proceder a interceder, a favor de un lenguaje fecundo, prolífico y fértil, entre políticos y aspirantes a la primera magistratura de la patria de Duarte, incluyendo todo el colectivo.
Que el Señor Jesucristo derrame bendiciones hasta que sobre y abunde sobre la gran Familia Dominicana, y que nos permita abrir la puerta de la concordia y la hermandad para que las próximas elecciones en mayo 20 transcurran sin mayores problemas, eso esperamos en el nombre de Jesús. Amén.
El rey Salomón quien gobernó a Israel por 40 años recibió sabiduría de Dios para dirigir a su pueblo. Dice la Biblia " y Dios dio a Salomón sabiduría y prudencia muy grandes, y anchura de corazón como la arena que está en la orilla del mar". (1 Reyes 4:29).
Destaca la Palabra de Dios, que la excelencia de su sabiduría era mayor a la de todos los sabios de aquel tiempo, incluyendo a los egipcios.
Se difundió su fama hasta tal punto que venían de todas partes a oír las disertaciones de Salomón.
Aplicando la enseñanza excepcional de este gobernante a los tiempos de hoy, llegamos a la conclusión de que nos falta recorrer un camino largo para adquirir la madurez, discernimiento de buen juicio, sensatez, cordura y prudencia, que deberían tener quienes ocupan categoría de eminencia y autoridad para gobernar.
El uso del discurso de Salomón como gobernante le aportó una gran simpatía no solamente en Israel, sino en el mundo, por la manera en que conectaba con el conglomerado social de ese entonces.
Lenguaje de campaña. Deben los trabajadores de la ciencia política aprender la lección de esta historia del sabio rey, porque a pesar de que los avezados postulantes a la presidencia conocen que al hacer uso de la lengua con sabiduría, en la República Dominicana se podría alcanzar lo inalcanzable con la ayuda de Dios, en este caso llegar hasta el palacio nacional, la comunicación de altura parece tener un espacio muy estrecho en la presente campaña electoral.
Es muy lamentable que todavía al día de hoy los políticos no se pueden entender en el ejercicio por la carrera presidencial a celebrarse el próximo 20 de mayo, da la percepción que están enviando el mensaje equivocado a sus interlocutores, debido a que no hay acuerdos entre ellos que transmita paz, armonía y seguridad a la población dominicana, se descartan los unos a los otros, en lugar de amarse mutuamente y respetarse en el marco de la decencia y la honra, como manda Jesús.
El amor no se irrita ni guarda rencor. Esta máxima de la Palabra de Dios, debería constituirse en un marco de referencia en contra de las magulladuras verbales que producen las declaraciones de prensa, cuando las pasiones políticas se vuelven incontrolables.
La expresión soez reforzada por la xenofobia hacia los demás en el fragor de esta campaña electoral, no suma, sino que resta, y así no se puede construir ni crecer, ni fortalecerse puede la sociedad ni la democracia.
Hace falta, y se debe proceder a interceder, a favor de un lenguaje fecundo, prolífico y fértil, entre políticos y aspirantes a la primera magistratura de la patria de Duarte, incluyendo todo el colectivo.
Que el Señor Jesucristo derrame bendiciones hasta que sobre y abunde sobre la gran Familia Dominicana, y que nos permita abrir la puerta de la concordia y la hermandad para que las próximas elecciones en mayo 20 transcurran sin mayores problemas, eso esperamos en el nombre de Jesús. Amén.
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