Por: Margarita Garcia.
Por miles de años a operado un espíritu de dominio masculino donde el
hombre ha querido callar la voz de la mujer diciéndole tú no tienes nada que
decir, quédate en tu lugar; tú no tiene ninguna aportación que dar, tu no tiene
propósito alguno. Y este espíritu se ha mantenido en la sociedad ejerciendo
poder en muchas naciones.
El conflicto que ha existido entre hombre y mujer se encuentra en las
relaciones, estamos tratando de funcionar sin entender o sin fijarnos en las
necesidades del otro individuo. Es muy fácil para una mujer llegar a entender y
suplir las necesidades de su marido, pero el hombre no se detiene para entender
y suplir las necesidades de su mujer.
El hombre opera basado solamente en lo que él necesita y esta es la
razón por la cual muchas relaciones están detenidas en un círculo vicioso y por
esto ha habido tantos malos entendidos entre hombre y mujer. Un hombre no
necesita lo que necesita una mujer, una mujer muchas veces necesita que se le
abrace y le digan te amo; un hombre en las mayoría de la veces necesita que se
le planche una camisa.
Entre un hombre y una mujer existen similitudes pero cada uno tiene
diseños únicos y necesidades diferentes. Dios creó al hombre y la mujer con un
propósito y el nos diseño para cumplir esos propósitos.
Cuando Dios creó al hombre y a la mujer los creo a su imagen y semejanza
y les dio dominio sobre toda la creación, el mandato de Dios para el hombre y
la mujer fue el de fructificar, multiplicar, llenar la tierra, sojuzgar y
señorear sobre peces del mar, en las aves de los cielos y en todo lo que se
mueva sobre la tierra.
Satanás la serpiente antigua robo este dominio dado por Dios al hombre
engañando a la mujer convenciéndola de comer del árbol del bien y del mal
debido a esto el hombre perdió su posición. Dios maldijo a la serpiente
poniendo enemistad entre la mujer y la serpiente, entre la simiente de la mujer
y la simiente del diablo; la mujer heriría al diablo en la cabeza y el diablo
heriría a la mujer en el calcañar.
E aquí la causa del conflicto el diablo por siglos se ha ensañado contra
la mujer lanzando mentiras haciéndolas creer que son buenas para nada que se
deben mantener calladas y esclavas, que no tienen llamados haciendo que la
mujer se olvide que ella fue hecha a la imagen y semejanza de Dios al igual que
el hombre, que ella nació con un propósito santo y que tiene acceso directo al
padre a través de Jesucristo.
En el mundo hay muchas mujeres
heridas, maltratadas, llenas de odio en contra de los hombres porque ellas
creen que el hombre es el causante de que ellas no logren un lugar de éxito en
su vida. Mujeres marcadas desde su niñez con palabras que abusaron de su
ingenuidad y de su inteligencia; mujeres se levantan día a día desafiantes
queriendo aplastar la autoridad del hombre. La mujer no fue diseñada para esto
fue diseñada como ayuda idónea como complemento del hombre como un equipo. El
hombre es la cabeza de la mujer el cual debe amarla como Cristo amo a la
iglesia y se entrego a sí mismo por ella. Cuando el hombre entienda este
principio de amor y de entrega no tendrá que obligar a la mujer a que se sujete
a él. Muchos mal interpretan este concepto de sujeción creen que la sujeción es
esclavitud y muchos hombres llamados por
Dios han maltratado a sus mujeres porque no han entendido el concepto de la
sujeción por esto dentro de las iglesias hay muchas mujeres heridas y
maltratadas porque el hombre ha querido ejercer dominio sobre la mujer y una
relación no es un asunto de dominio sino de amor porque el amor llevara a la
sujeción y la sujeción te lleva al respeto.
Cuando un hombre ama a su mujer y se entrega a ella la santifica, la
purifica cuando este usa palabras tiernas y dulces y se dirige a ella con amor
está creando una atmosfera de bien en su casa, entonces su casa se convierte en
un pedazo de cielo aquí en la tierra.
Amadas no tenemos que pelear por una posición ni por derechos de
igualdad, porque Dios nos dio un lugar de importancia en su reino y somos
iguales a los hombres pero con cualidades diferentes, ambos nos complementamos.
Dios puso dones en ti que el hombre necesita y Dios puso dones en el hombre que
la mujer necesita, el hombre tiene el esperma y la mujer el vientre Dios hizo
de nosotros un gran equipo. Quiero decirte que tu lugar está en Dios, el te ha
dado la posición que cada hijo de Dios tiene una posición que por gracia nos
pertenece. Efesios 2:5-7. Aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida
juntamente con Cristo (por gracia sois salvos), y juntamente con él nos
resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo
Jesús, para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su
gracia en su bondad para con nosotros en Cristo Jesús.
Cristo nos devolvió el lugar, nos lleno de su gracia, de su favor.
Quiero recordarte que tu enemigo no es tu marido, ni tu pastor, ni tu hermano,
ni tu jefe tu enemigo se llama diablo, Satanás, serpiente antigua, dragón el se
levanto contra ti y nuestro rol es odiarlo y hacer guerra contra él y destruir
sus obras en el nombre de Jesús.
El diablo vino a matar a destruir y a robar, el te ha robado tus sueños,
el ha querido destruir tu matrimonio, el ha querido matarte quitarte la vida
pero Jesús vino a restaurarte a devolverte todo lo que el diablo te ha robado
por mucho tiempo, el vino para que tenga vida y vida en abundancia.
Según efesios el nos resucito, y quiero decirte que esos sueños que
perdiste él lo resucita, esa relación que estuvo a punto de morir él la
resucita, si estuviste por mucho tiempo derrumbada y sin esperanza el te
resucita y te devuelve los años perdidos y sobre todo cree y camina confiada de
que a partir de hoy está sentada en los lugares celestiales juntamente con
Cristo. Esa es tu verdadera
posición Dios te bendiga.
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