Pastor Antonio Regalado |
Si alguno
habla, hable conforme a las palabras de Dios; si alguno ministra, ministre
conforme al poder que Dios da, para que en todo sea Dios glorificado por
Jesucristo, a quien pertenecen la gloria y el imperio por los siglos de los
siglos. Amén. 1 Pedro 4:11.
Hablar es un
don de Dios que posibilita la oportunidad de conocer y ser conocido, de
transmitir conocimiento, de rodearse de gente positiva, de alcanzar grandes
metas, de ampliar la capacidad de obtener una victoria, de desarrollar
habilidades de liderazgo, de ahí, que el dicho popular proclama: "hablando
la gente se entiende".
Cuantos
problemas tenemos, hemos tenido y tendremos por no desarrollar con sabiduría
una conversación? Un montón!. Con
frecuencia escuchamos decir: "él no me entendió, no fue eso lo que quise
decir", " no escuchaste bien", "perdóname que no pude
explicarme con claridad", y muchas otras
expresiones que dan a entender incapacidades que podemos superar cuando
hablamos, y así hacer más llevadera nuestras relaciones con los demás.
Hay personas
que nos dejaron de hablar porque usamos palabras que entendieron ofensivas en
su momento, que nos retiraron su amistad, y viceversa, muy a menudo se
presentan casos de esa naturaleza, y todo debido a malos entendidos, también
esto demuestra debilidades cuando hablamos.
Dice el Señor: "todo hombre sea pronto para oír, tardo para
hablar". Santiago 1:19
Cuando
estemos abrumados por situaciones como esa es necesario hacer un alto en el
camino y reflexionar, y si tenemos que enseñar a edificar con nuestro ejemplo,
estaremos en ganancia, es un lindo y bendecido procedimiento que nos ayudará a
dar testimonio del Dios grande al cual servimos.
Uno de los
designios de la Palabra de Dios recomienda a los creyentes esta instrucción,
"hablando entre vosotros con salmos, con himnos y cánticos espirituales,
cantando y alabando al Señor en vuestros corazones". Efesios 5:19.
En la
cotidianidad la Iglesia del Señor es golpeada con fiereza por el hablar que no
es conforme a las Palabras de Dios, obra de la carne que hiere con rudeza, y
que va dejando como resultado problemas,
enemistades, pleitos y divisiones entre hermanos/nas, por lo cual es urgente
proceder a sanar las heridas producidas por malas prácticas conversacionales, y
perdonar como le dijo Jesús a Pedro "setenta veces siete".
Es así como
vamos creando espacios de credibilidad ante nuestros hermanos/nas y todo el
prójimo que nos rodea, consejo tenemos "para que en todo sea Dios
glorificado por Jesucristo", solamente nos falta poner manos a la obra.
La dirección
del Espíritu Santo ha puesto el fundamento
para el éxito: "Si alguno sabe hablar bien, que anuncie el mensaje
de Dios. Si alguno sabe cómo ayudar a los demás, que lo haga con la fuerza que
Dios le da para hacerlo. De este modo, todo lo que ustedes hagan servirá para
que los demás alaben a Dios por medio de Jesucristo, que es maravilloso y
poderoso para siempre. Amén". 1 Pedro 4:11. Traducción
en lenguaje actual{TLA}.
No hay comentarios:
Publicar un comentario