Lic. Alma Portorreal
Es tiempo de Navidad, de prepararnos para el nacimiento de Jesús y no hay mejor forma de hacerlo que no sea dentro de nuestras familias. Lo primero es agradecer a Dios por el año transcurrido.
Dar gracias por las cosas buenas y por las no tan agradables, porque cuando tenemos fe, sabemos que cada cosa que nos sucede es para bien aunque en el momento pensemos que nos sucedió algo malo.
Y después despojar nuestros corazones de todo rencor ó problemas para esperar la llegada del nacimiento, con un corazón aligerado por el perdón y el amor. Es tiempo de unidad familiar, de compartir todos juntos con alegría fraterna y sobre todo con los ancianos y con los más pequeños.
De esa manera ponemos cada uno nuestro granito de arena en los valores humanos, morales y espirituales que tanta falta nos hacen cada día más.
Si hacemos de este tiempo como un agradecer, un compartir, con unidad familiar, de perdonar y hacer nuevos propósitos de vida tanto en lo personal, familiar, profesional y con los amigos, estaremos sin dudas haciendo una sociedad mejor, con nuevos valores y agradando a Dios en su nacimiento.
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